Mi Tirana Autoexigencia
AUTOEXPLORACIÓN
9/22/20252 min read


El objetivo es simple. Pero de alguna manera encuentro los mecanismos más locos para engrandecerlo y dificultarlo. Dificultar mi camino. Yo a mi misma. Auto-boicot. Que esto sea solo para mí, tal vez es lo que más miedo me da. Entonces el monstruito arremete con más fuerza: “¿te crees capaz de hacerlo? ¿sin esta formación, sin esta estructura, sin esta forma específica que no alcanzaste aún?”
Deseo hacer algo, que me sale del fondo de las tripas, que disfruto hacer. Voy con mi sonrisa en alto, como una niña, mis pies agarran vuelo, sin darme cuenta, ya estoy bailando. Pero en algún momento empiezo a escuchar esa tensión interna, y al verla la engrandezco. Como un dios iracundo que surge derrepente, lo oscurece todo y se impone con su grito: “¿Cómo te atreves a creer que podés? ¿Cómo te atreves a desear y disfrutar? ¿Y encima mostrarlo? ¿Quién te dijo que tu voz y tu forma eran especiales?”
Todo sería mucho más fácil si la voz fuera así de clara, pero no lo es. Hace meses que vengo sintiendo esas sensaciones pero son tan suaves que me cuesta reconocerlas. Hace años que he reconocido a mi Tirana Autoexigencia (pero no la he dominado y creo que nunca lo haré del todo), le sé la cara, los bordes, los mecanismos. Pero cuanto más la develo mejores estrategias crea.
Creo. Porque la Tirana Autoexigencia también soy yo. Es complejo el equilibrio, pero es un paso a la vez, en cada respiración, día a día. Compasión. Com-pasión.
Me recuerdo que hago lo que puedo, y lo que puedo es perfecto.
Está afirmación la cree y me la repito hace muchos años, aún así la sigo necesitando. Porque soy humana, y parte de mi humanidad es creerme dios, es subirme a los reinos de los inmortales, de la exigencia de perfección que nadie me pidió. Y si lo pidió ya no me importa.
Soy como soy. Como humana también puedo volar bajito, sentir la tierra en la cara, bucear las napas. Estar simplemente acá. Siendo. Observar el fluir del aire en las hojas, la superposición de objetos, procesos, colores y deseos. Es tan maravillosa la vida.
¿Por qué te preocupas tanto por tonterías Tirana Autoexigencia?
Vení, sentate, observemos el mundo. Nadie espera nada de nosotras, y eso es la libertad. Puedo crear lo que quiera porque no hay vara, límite, necesidad.
Solo la mía interna de expresión.
Vení, bajá, sentate, te va a hacer mal tanto estrés.
Mira las flores, ¿no es maravilloso cómo sólo son, sólo florecen en vida?
¿Querés un mate?
¿Te puedo dar un abrazo?
Sí, es loco sentir amor solo por ser.
Pero no necesitamos esforzarnos más.
Somos arte vivo.
Emi.
Mirada Astrológica
Un espacio de exploración creativa de los murmullos del misterio
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